sábado, 23 de abril de 2011

EUTANASIA Y SUICIDIO ASISTIDO

Nuestro ordenamiento jurídico no reconoce la eutanasia ni el suicidio asistido, pero ¿qué significa e implica cada uno de estos exactamente?
La Real Academia Española define eutanasia del siguiente modo:
  1. Acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él.
  2. Muerte sin sufrimiento físico.
A la definición dada por la RAE, podemos añadir una precisión mediante la que diferenciar dos tipos de eutanasia: la eutanasia activa y la eutanasia pasiva. Pues bien, la diferencia entre ambos tipos de eutanasia nos la da la propia definición, concretamente dos palabras “acción” y “omisión”, de modo que, si hablamos de acción de un tratamiento para acelerar la muerte hablaríamos de eutanasia activa, mientras que si hablamos de omisión, entonces nos encontramos ante la eutanasia pasiva.
El último concepto que falta por definir se trata del suicidio asistido. El suicidio asistido sucede cuando se le proporciona de forma intencional a una persona la ayuda necesaria para suicidarse. La diferencia fundamental entre eutanasia y suicidio asistido se halla en el hecho de que en este caso sería el paciente el que, con ayudar pero voluntariamente, llevaría a cabo el procedimiento dirigido a provocar su muerte.
En España, el caso más polémico en cuanto a este tema ha sido el del conocido Ramón Sampredo. Ramón Sampedro fue un marinero y escritor español que, siendo tetrapléjico desde los 25 años, desarrolló una intensa actividad de petición judicial para poder morir y que la persona o personas que le ayudasen no incurriesen en delito, dado que su estado lo incapacitaba para hacerlo sin ayuda externa.
Ramón llegó a plantearle sus peticiones al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, apelando al artículo 15 de la Constitución Española y al artículo 2 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales, ambos vinculados con el derecho a la vida; no obstante, lejos de ayudarle, dichos artículos provocaron el efecto contrario, lo que realmente Ramón necesitaba era un derecho a la muerte en el que apoyarse, mas este no está reconocido en nuestro ordenamiento.
Finalmente, con ayuda de su amiga Ramona Maneiro, Ramón Sampedro murió por envenenamiento con cianuro potásico. El procedimiento seguido se trató del citado suicidio asistido, sin embargo, este no fue legal, tal y como había pretendido y deseado el antiguo marinero.
Momento previos a su suicidio, Ramón rodó un vídeo donde se explicaba, este vídeo fue mostrado de un modo más amable, si puede tener algún matiz de amable una cuestión de este tipo, en el final de la película Mar Adentro de Alejandro Amenábar.

7 comentarios:

  1. La verdad que este es un tema que esta muy presente en la actualidad y esta película de Amenábar lo muestra perfectamente.
    En realidad la eutanasia no esta legalizada en nuestro país, pero en mi opinión este recurso debería ser decisión del propio enfermo y no de un Tribunal.
    Muy bien trabajado el tema y muy interesante, os felicito!

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  2. Muchísimas gracias por vuestro comentario, nos ha alegrado mucho vuestra respuesta, es un placer ver que la gente se anime a dar su opinión.

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  3. Sinceramente , nos parece un tema bastante acertado , y como bien dicen nuestros compañeros es un tema presente en la actualidad que debe tenerse en cuenta. Con respecto a la eutanasia , es un tema que crea un gran debate ya que la forma de verlo no es igual para unos que para otros ; por lo que nunca se llegará a una conclusión fija. Pero a nuestro parecer la eutanasia , debe ser decisión del enfermo , ya que pensamos que cada uno es libre de decidir si quiere vivir o no.

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  4. Nos encanta encontrarnos con entradas como esta que nos hacen reflexionar; si comparamos la legalización de la eutanasia con una legalización del suicidio asistido, claramente es mucho más segura una legalización del suicidio asistido, ya que hay que tener en cuenta que el paciente no afirme desear morir por coacción, de manera que mediante el suicidio asistido esta coacción se detectaría más fácilmente.

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  5. Os felicito por el tema escogido, tanto por su actualidad, como por su controversia e interés.
    Estamos a favor del suicidio asistido y controlado en casos como el que vosotros habéis expuesto.
    Debería de plantearse un regulación legal para ello. Todo el mundo tendría que poder decir sobre su vida.
    Esperamos con gran interés vuestra próxima entrada.

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  6. Pienso que la eutanasia debería estar legalizada en casos como este. Tal y como dice Bardem en su interpretación a Ramón Sampedro: la vida es un derecho, y no una obligación. No me parece justo que una persona se vea obligada a vivir tantos años considerándose a si misma indigna,y por tanto la eutanasia me parece un remedio fantástico; ya la propia terminología griega de la palabra lo dice "morir bien"

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  7. Este es un tema increiblemente polémico, y no me avergüenza decir que estoy a favor, al igual que mi compañera.
    La eutanasia no debe tomarse a la ligera, no debe considerarse como una medida a cualquier situación, pero en muchos casos, es la única medida que podemos considerar si tenemos un minimo de respeto por el afectado, una forma de ayudarlo a morir con dignidad y liberarlo de un sufrimiento tanto físico como psíquico; pero solo debería llegarse a ella cuando no quede otra opción mejor.
    Debe ser el último recurso.

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